¿Para qué sirve la universidad?
Para NADA. Fin.
Bueno, te lo explicaré un poco mejor, si no el artículo tendría muy pocas palabras y eso para el SEO no es apropiado. (Consejo sobre SEO gratuito: los artículos cuanto más largos mejor. Y originales, por favor.)
A lo que íbamos, ¿para qué sirve la universidad? Para nada. Y hablo de la universidad tal y como está montada en España.
Durante toda la vida nos han vendido que sin un título universitario no eres nadie, que en un currículum cuantas más carreras mejor, que licenciatura, que grado, que postgrado… Y ahora, además, hay una nueva moda: si no haces un máster nunca encontrarás trabajo. Resulta que cada vez hay que pasarse más años en la universidad (pagando) para ser alguien. ¡PUES NO! Y te cuento mis razones para pensar así:
Primero, ahora mismo esos títulos no te garantizan nada. ¿Cuánta gente conoces que está en paro con un título universitario en el cajón? ¿Cuánta gente conoces que está trabajando en algo que nada tiene que ver con su título? Sí, hay excepciones, pero un título no garantiza nada.
Segundo, en nuestro sistema educativo con 17 años debes elegir qué vas a estudiar, qué vas a ser en la vida. Con esa edad, ¿quién es lo suficientemente maduro para decidir a qué quieres dedicar el resto de tu vida? Y claro, pasa lo que pasa, al final no se toman decisiones libres, no vives tu vida, vives la vida que quieren las personas que te influyen a la hora de tomar esa decisión. Y, ¿cuánta gente se arrepiente, no termina la carrera o cuando la termina se dedica a algo que nada tiene que ver? 4, 5 ó 6 años de tu vida dedicados a estudiar algo que no te gusta; 4, 5, ó 6 años de tu vida, perdidos (por no hablar del dinero).
Tercero, la universidad es un negocio. Y no un negocio cualquiera, es uno de los negocios más rentables y que más recauda del país. Por eso nos la venden, por eso nos hacen creer que nuestra vida depende de ello y que sin eso no seremos nada. Como en todo negocio, nos crean la necesidad de comprar su producto. Y además, para cerrar el círculo, es un negocio protegido, promovido y promocionado por el estado y entonces, la universidad es Dios. Pues no, Dios eres tú, sin ti no hay universidad, sin ti no hay estado, sin ti no existiría ni yo, no necesitas una universidad para ser, ya eres.
Cuarto, ¿has ido a la universidad? ¿cuánto contenido del que estudiaste no te ha servido para nada en tu trabajo? ¿Cuánto tuviste aprender cuando empezaste a trabajar? Pero claro, cuanto más contenido, más años y más negocio, hay que rellenar con lo que sea. Y cuando empiezas a trabajar, resulta que en la empresa tienes que seguir aprendiendo.
Y dirás: y si no voy a la universidad, ¿qué hago?
Lo primero, elegir. Piensa, valora, prueba y cuando tengas claro que quieres, fórmate en ello como si no hubiese un mañana. Con cursos, con mentores, con congresos, con prácticas, de aprendiz… hay cientos de opciones con las que acabarás mejor preparado que con la universidad y además, con temarios mucho más específicos que te harán mucho más grande en lo que quieres ser, evitando contenidos inservibles y por tanto, en menos tiempo y por menos dinero. Ventaja, si después o durante esa formación te das cuenta de que eso no es lo que quieres, no hay problema, no has perdido 4 años ni gastado miles de euros, vuelve a elegir y a empezar. ¡Ojo! hay carreras inevitables. Por ejemplo, si decides ser abogado o médico, no te queda otra, tienes que pasar por el aro. Pero quitando las excepciones, hazte grande, hay vida más allá de la universidad.
Ejemplo: yo. Formación: Ni bachillerato, ni selectividad, ni universidad… Graduado en ESO y con un Ciclo Formativo de Grado Medio en Administración y Finanzas (Porque algo había que hacer). Pero me he formado a muerte en lo que me gusta (fotografía, redes sociales, marketing...) Y aquí estoy, 32 años y dos empresas en funcionamiento en las que me dedico a lo que me gusta y a lo que YO he elegido.
Y para terminar, te toca a ti. Si tienes un título universitario y estás en paro o trabajando en algo que nada tiene que ver o buscando una salida de la profesión que elegiste pero ya no te llena o formándote en algo que nada tiene que ver para empezar una nueva etapa… En definitiva, si no estás felizmente ocupado en un trabajo relacionado con la carrera que elegiste, deja tu comentario, cuéntalo y ratifica este artículo (puede ser anónimo). Y si no tienes título y tienes un trabajo que te encanta y te has hecho grande, también, ¡comenta y cuéntalo!